Muchos himnos nacionales han sido creados para promover la unidad nacional, o como canto de guerra; otros, han sido compuestos con el fin de estimular el amor y la lealtad a la patria, tal es el caso con el Himno Nacional Mexicano. Durante el siglo XIX, fueron 30 años de licitaciones públicas y concursos para que nuestro himno nacional se convirtiera en una realidad.
En 1853, el actual himno nacional fue el ganador de un concurso convocado por el entonces Presidente de México, el General Antonio López de Santa Anna, cuatro años después de su derrota durante la intervención estadounidense. El ganador sería seleccionado por el mejor tema patriótico abrazando la cultura del país. El propósito era resucitar el orgullo nacional mexicano después de haber perdido más de un tercio del territorio nacional como resultado de la guerra.
Un talentoso poeta llamado Francisco González Bocanegra, originario de San Luis Potosí, fue el ganador entre los 25 participantes. Se dice que su entonces prometida, Guadalupe González de Pinto, lo encerró en una habitación para que escribiera los versos del himno ya que Bocanegra no deseaba participar en el concurso. La música fue compuesta al año siguiente por el músico español Jaime Nunó.
La noche del 15 de septiembre de 1854, para conmemorar la Guerra de Independencia, el himno fue interpretado públicamente por primera vez en el entonces Teatro Santa Anna. La interpretación estuvo a cargo de una compañía de ópera italiana y dirigida por Juan Bottesini. Las voces principales fueron del tenor Lorenzo Salvi y la soprano Claudia Florenti. El éxito del himno fue inmediato y su partitura se vendió por las calles.
En 1942, el gobierno del presidente Manuel Ávila Camacho oficializó el Himno Nacional Mexicano. Originalmente, el himno contenía un coro y 10 estrofas. En 1947, la Secretaría de Educación Pública autorizó una edición en la que se eliminaron las estrofas 4 y 7 debido a que en la cuarta se glorifica a Santa Ana, y en la séptima se invoca el nombre de Iturbide. De esta manera, se establece que el Himno Nacional no debe mencionar a ninguna persona en particular, ya que representa un lugar muy por encima de cualquier atención política o bandera partidista.
La letra del himno también ha sido criticada por su llamado a la guerra, sin embargo, es considerado el segundo Himno Nacional más emotivo del mundo, detrás de La Marseillaise, himno de Francia, compuesto en 1795 cuya letra llama a defender la patria mucho más violentamente que el Himno mexicano.
Las características y uso del Himno Nacional Mexicano está regulada por la “Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional” en sus artículos 1, 4, Capítulo V de los artículos 38 a 49. En esta ley, se define la ejecución, reproducción y circulación del himno. De misma manera se menciona que: “El Himno Nacional sólo se ejecutará, total o parcialmente, en actos solemnes de carácter oficial, cultural, escolar o deportivo,…” La ley fue publicada el 8 de febrero de 1984 en el Diario Oficial de la Federación.
Ya que en México hay personas que conservan y hablan lenguas indígenas, desde el 8 de diciembre del año 2005, el artículo 39 de la ley permite la traducción de la letra a las lenguas indígenas. La traducción debe ser autorizada por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y autorizada por la Secretaría de Gobernación. El himno fue traducido en náhuatl, chinanteco, huasteco, otomí, maya y mixteco. También fue traducido al bajo alemán (Plautdietsch) ya que en México se encuentra una comunidad menonita.
Estemos en el extranjero o en nuestro propio país, al ver ondear a la bandera mexicana o escuchar nuestro himno nacional, nos da un sentido de pertenencia, de identidad nacional, nos da orgullo. Al escuchar y cantar nuestro hermoso Himno Nacional debemos sentir ese valor y coraje que mostraron nuestros héroes al defender nuestra patria a través de la historia.