Localizado en la zona fronteriza de Tamaulipas y muy cerca de la Presa Falcón, ciudad Mier es reconocida desde hace una década como el primer pueblo Mágico de esta entidad, que alberga historias no sólo de esta región sino del país entero.
Las raíces históricas, entre ellas la Independencia de Texas, la construcción de casas y edificios antiguos así como la famosa Casa de los Frijoles Pintos, se le dio la categoría a Mier el título de Pueblo Mágico el 5 de diciembre de 2007.
Tradiciones, historias y legados de cientos de años se pueden admirar en el pueblo Mágicos de Mier, municipio que ofrece al turismo alternativas diferentes para descansar y visitar a lo largo de todo el año.
El edil Roberto González Hinojosa recordó que el municipio fue fundado el 6 de marzo de 1753 por José de Escandón y en 1795 fue reconocida como ciudad.
Afirmó que Mier cuenta con raíces históricas entre estas la Parroquia de la Purísima Concepción, un templo de estilo colonial cuya construcción, con piedra arsénica y decorados con piedra labrada, comenzó en 1784 y que fue inaugurado el 1 de septiembre de 1795.
“Al sur se encuentra la Plaza Hidalgo, conocida también como Plaza de San Juan y a sus alrededores se encuentran la Capilla de San Juan, construida en 1835 de piedra de tono café claro”, afirmó.
Además de la Casa de la Cultura, donde se expone el acervo histórico de Mier y la región, antiguas casas y edificios, la famosa Casa de los Frijoles Pintos, donde se registraron 200 prisioneros estadounidenses en el año de 1842, cuando Estados Unidos entró en guerra con México.
Detalló que en la Casa de los Frijoles Pintos, una de las construcciones más representativas esta construcción es de gruesas paredes de cal y roca, en diciembre de 1842 se llevó a cabo una acción de armas ante el ejército estadounidense, tomando como prisioneros a más de 200 soldados de la tropa texana, fusilando a uno de cada 10.
“Para escoger a los prisioneros que serían fusilados, se colocaron 176 frijoles pintos y 17 frijoles negros en un recipiente, vendaron los ojos a los prisioneros y cegados escogieron un frijol del recipiente y quienes sacaron los frijoles negros fueron fusilados, por eso se le llama la Casa de los Frijoles Pintos”, menciono.
Entre sus calles se puede apreciar el ambiente de los antiguos pueblos coloniales que surgieron en el Nuevo Santander durante el siglo XVIII.González Hinojosa refirió que La Villa de Mier, fundada por José de Escandón y Helguera, Conde de Sierra Gorda, se distingue también por su gastronomía entre la que destaca la diversidad de pan que ahí se elabora.
“Los visitantes pueden degustar la semita, el pan de campo, las empanadas de cajeta y calabaza, pan de elote y pan de polvorones”, señaló.
Además de las tortillas de harina, los atoles de pinole y de arroz con pasa, los tamales de elote, de venado, de jabalí, de acelgas con queso y el tamal de nalgada.
Otros de sus platillos más representativos son sus guisos, la milanesa de res, el caldillo fiscaleño, el cabrito en salsa, el machacado con huevo a la mexicana y el cortadillo, recetas que pasan de generación en generación.
Indicó que el Pueblo Mágico de Mier cuenta con una fauna local abundante que permite el turismo cinegético, ya que puede cazar venado cola blanca, codorniz y paloma de ala blanca.
Resaltó que tras ser Mier el primer Pueblo Mágico en la frontera norte buscan conservar dicho nombramiento y atraer al turismo local, nacional e internacional.”Mier ha sido testigo de batallas memorables y cuenta con edificios que guardan parte de la historia”.