México cuenta con una mezcla de ritmos y danzas que lo caracterizan como un ícono de tradición, folclor e historia. Tanto así, que existe un bailable reconocido como símbolo nacional, el cual nos brinda identidad ante los ojos del mundo. Nada más y nada menos que El Jarabe Tapatío.
Comenzamos con un poquito de historia para entrar más en contexto. Tiene su origen en el siglo XV en Andalucía, España, tomando como referencia el “jarabe gitano”, heredado por los españoles que llegaron a México.
Y ahora bien, ¿de dónde viene el nombre? Pues, “jarabe” viene de la palabra árabe “xarab”, la cual significa bebida de mezcla de esencias y hierbas. De esta manera, nos referimos a la mezcla de danzas de diferentes estados de la república que sirvieron de inspiración para lo que hoy conocemos como Jarabe Tapatío. Por otro lado, “tapatío” hace alusión al zapateo que es parte fundamental del baile.
Su composición se atribuye al músico José de Jesús González Rubio (1800-1875), originario de Guadalajara. Él fue responsable de crear la fusión de diferentes sones de la República Mexicana.
Se dice que, a principios del siglo XIX, las autoridades coloniales no estaban de acuerdo con la manera de bailar esta danza, ya que describían los movimientos como sugerentes e incluso desafiantes al dominio español. Por esta razón, durante la Independencia, el jarabe se volvió un símbolo de libertad e identidad para los mexicanos, pues era visto como un acto de rebeldía hacia la colonia.
El baile simboliza el cortejo romántico, en donde el charro busca ser todo un caballero para conquistar a la china poblana. En un principio, la mujer se resiste, pero con el pasar de los minutos, ella se deja conquistar. En los últimos momentos, el charro tira su sombrero a los pies de su amada, ella baila alrededor del mismo, lo levanta y tapa con éste su cara y la del charro, dando a entender que el encuentro termina con un beso y triunfó el amor.
El sombrero del charro, su traje y el conjunto de la china poblana, que destaca por su decoración colorida y vibrante, se han convertido en íconos nacionales e internacionales de la herencia mexicana.
En la actualidad, esta danza es reconocida como el baile nacional y se baila principalmente en los estados de Jalisco, Colima, Nayarit, Guanajuato, entre otros pueblos costeros.
No cabe la menor duda que, el Jarabe Tapatío es de esos bailes que te ponen la piel chinita al oír la música y verlo en su máximo esplendor y te recuerdan, una vez más, del orgullo de ser mexicano.
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