Carabina 30-30
que los rebeldes portaban
y decían los maderistas
que con ellas no mataban.
Con mi 30-30 me voy a marchar
a engrosar las filas de la rebelión
si mi sangre piden mi sangre les doy
por los explotados de nuestra nación.
Gritaba Francisco Villa:
-Dónde te hallas Argomedo,
ven paráteme aquí enfrente
tú que nunca tienes miedo.
Ya me voy para Chihuahua
ya se va tu negro santo
si me para alguna bala
ve a llorarme al campo santo.
Ya se van los mercenarios
van huyendo a Quillabamba
las guerrillas los corrieron
de una banda y otra banda.
El Siete Leguas
Siete Leguas el caballo
que Villa más estimaba.
Cuando oía silbar los trenes
se paraba y relinchaba.
En la estación de Hirajuato
cantaban los horizontes,
allí combatió formal
la Brigada Bracamonte.
Oye tú Francisco Villa
que dice tu corazón.
Ya no te acuerdas, valiente,
cuando tomaste a Torreón,
ya no te acuerdas valiente
que atacaste a Paredón.
Como a las tres de la tarde
silbó la locomotora.
¡Arriba Villa, muchachos,
suban la ametralladora!
Adiós torres de Chihuahua,
adiós torres de Pantera.
Ya vino Francisco Villa
a quitarles la frontera,
ya llegó Francisco Villa
a devolver las fronteras.