Conoce la Casa Orgánica, te contamos sobre esta peculiar obra de arquitectura mexicana que se oculta en la naturaleza.
Casa Orgánica, un increíble edificio reconocido internacionalmente que se mimetiza dentro de su entorno natural es obra del arquitecto mexicano Javier Senosiain Aguilar. Construida en 1984, abrió sus puertas al público en general en 2020. Está ubicada en Naucalpan de Juárez, al noroeste de la zona metropolitana. Su tipología arquitectónica orgánica, proveniente del funcionalismo busca conectar al visitante con el medio natural en el que está construido.
La arquitectura de la Casa Orgánica
El proyecto surgió de la búsqueda de tener espacios que hicieran referencia a modelos arcaicos de habitar del hombre, como lo fueran las cavernas. Incluso se pensó en las madrigueras de algunos animales, es decir, en espacios que no son obra humana.
Javier Senosiain logró materializar su idea de “reencontrar al hombre con la tierra” en un terreno de 178m2. El concepto formal está inspirado en la cáscara de un cacahuate: dos espacios ovalados y alumbrados que se unen mediante uno pequeño en el que hay penumbra. La Casa Orgánica se inserta en el terreno de manera que pareciera ser parte de él y no una construcción que irrumpe con el paisaje.
Los espacios están dedicados a cumplir las necesidades físicas, psicológicas y ambientales básicas para el ser humano.
La residencia ha estado habitada por Senosian y su familia durante 20 años, y tuvo modificaciones conforme la familia creció. Para acceder a la casa es necesario bajar por unas escaleras de caracol, las cuales llevan a un túnel que articula los dos volúmenes de la casa, dando la sensación de estar bajo tierra.
Inicialmente contaba con una recámara, baño, vestidor, estancia para convivir, cocina y comedor. Los acabados se eligieron en la misma cromática para que hubiera armonía entre los espacios. El uso de alfombra color arena en pisos, así como la aplicación del mismo tono en muros y techo, lograron crear ambiente armónico y homogéneo. Al interior, la casa es discreta, pero su exterior es colorido sin desentonar con el verde de los jardines. La casa está cubierta por una capa de 25cm de tierra en la cual nace la vegetación.
Mobiliario hecho a la medida
Dentro de la casa, en espacios como la estancia para convivir, el mobiliario es obra de “Mano-Silla” del escultor y diseñador mexicano Pedro Friedeberg. Por otra parte, muebles fijos como el comedor surgen de la propia estructura de la casa, con la intención de que la casa sea una obra monolítica.
¿Cómo está construida la Casa Orgánica?
Para lograr estas formas poco comunes, se utilizó un material llamado ferrocemento, por su maleabilidad. Está conformado por plantillas que fungen como cimbra, dando la curvatura de paredes y techos, mallas metálicas y armados de varillas sobre la cual se vació con gran fuerza el concreto armado. Como resultado se obtuvo un cascarón de apenas 4cm de espesor. Posteriormente, el techo fue recubierto con poliuretano espreado y funge como aislante térmico e impermeabilizante. Finalmente, se aplicó la capa de tierra que cubre a la casa y que es un bello jardín que enfría la casa en verano, pero que en invierno aísla el calor del interior.
Un dato curioso es que los trabajadores decían que parte más alta de la casa tenía forma de tiburón y comenzaron a llamarlo así. Posteriormente se le añadió a la estructura un volumen en forma de aleta.
Desde el 2020 la Casa Orgánica está abierta al público y puedes planear tu visita guiada con duración de una hora para conocer sus bellos espacios interiores y su verde jardín.