Pocas cosas son tan estimulantes como una taza de café, uno de los más importantes cultivos del mundo. El café se muele de distintas formas, según el tipo de preparación que se quiera. El molido grueso, por ejemplo, se usa para hacer café de olla; el molido mediano para cafetera percoladora; el molido fino para cafetera eléctrica con filtro de papel o de metal; el molido extrafino, es para la cafetera de mesa o estufa. El molido turco es para máquinas de expresso. El café soluble o instantáneo es otro importante producto de la industria cafetera.
El café mexicano es reconocido en el mundo por su calidad y se ubica entre los mejores a nivel internacional. Datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) destacan que productores de los estados de Chiapas, Oaxaca y Veracruz cuentan ya con la Certificación “Q”, de nivel mundial, que les brinda oportunidades en los crecientes mercados.
En nuestro país, los principales estados productores de café son Chiapas, Colima, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco y Veracruz. La demanda interna y el valor de las exportaciones han aumentado 30 por ciento en los últimos tres años, informa la SAGARPA, además, tres de cada kilogramos de café que se producen en el mundo son mexicanos. A nivel mundial, el café cereza se ubica en los primeros lugares de producción, mientras que el café verde en primeros lugares de exportación.
El café representa una actividad estratégica. Cuatro de cada cinco toneladas provienen de Chiapas, Veracruz y Puebla. En 2012, ocho de cada diez dólares por la venta de este aromático producto se obtuvieron de Vietnam (47%) y de Estados Unidos (34%). Las cifras de la SAGARPA también destacan que se requerirían ocho buques cargueros Emma Maerks para transportar la producción mexicana de café cereza, que entre sus beneficios a la salud, disminuye la somnolencia y facilita la circulación sanguínea.