El Pueblo Mágico de Malinalco, en el Estado de México, es especial. En su centro se encuentran construcciones austeras, resguardadas por un ex convento agustino cuyo claustro fue decorado por manos indígenas. Malinalco es la unión perfecta entre el pasado prehispánico y colonial, y por ello ameritaba tener un festival que celebrara y diera a conocer sus tesoros.
En el Pueblo Mágico ubicado a solo 60 km al sureste de Toluca, en el Estado de México, del 9 al 16 de marzo se lleva acabo el Festival Cultural de Malinalco, una gran fiesta músico-artística al pie del Cerro de los Ídolos.
Bajo esta idea, y con la intención de apoyar a la gente local, en 2013 nació el Festival Cultural de Malinalco. Esta iniciativa ciudadana, que este año realiza su segunda edición, presenta más de 60 eventos culturales gratuitos, entre conciertos, representaciones prehispánicas, danza, teatro, gastronomía y expresiones artísticas. Del 9 al 16 de marzo, talentos malinalquenses, como de otros lugares del país, realizarán un auténtico tributo a este poblado milenario.
El Festival Cultural de Malinalco busca promover a Malinalco como un destino que rescata la memoria precolombina e invita a cargarse de energía, por lo que contará con espectáculos y eventos tradicionales, recreativos y de corte orgánico.
Además, ofrecerá actividades para todos los gustos y edades. Los amantes del cine podrán asistir a las proyecciones de películas, mientras que los apasionados de la música se deleitarán con las interpretaciones de la Orquesta Sinfónica Mexiquense y el cuarteto de cuerdas Humboldt, así como conciertos de jazz, recitales de ópera y uno de los shows más esperados: el debut de Lila Downs. Los más pequeños disfrutarán de obras de teatro, globos aerostáticos y juegos; y todos los asistentes serán testigos de cabalgatas, cantarán al son del mariachi, podrán comprar artesanías y degustarán rica comida típica.
Las actividades tendrán lugar a lo largo de todo el pueblo, desde la Plaza Cívica hasta el atrio del convento, el claustro y el Museo Luis Mario Schneider, que resguarda la memoria botánica e histórica de la región. En tu visita aprovecha para conocer estos espacios y otros atractivos como la zona arqueológica, a la cual se accede subiendo varios escalones. Te recomendamos que pruebes las nieves, que comas quesadillas y pan fresco en el tianguis o vayas a los restaurantes de los alrededores donde preparan trucha.
Fuente: México Desconocido
