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México, hogar del gran tiburón blanco

Vive la experiencia de bucear con una de las especies más impresionantes del planeta: el tiburón blanco, que llega varios meses al año a la Isla Guadalupe, en México.

Organizamos una expedición a la Isla Guadalupe con el objetivo de tener un encuentro cercano con este impresionante escualo. En el barco nos recibieron con unas margaritas y nos indicaron nuestro camarote. El primer día la pasamos navegando, mientras la tripulación nos explicaba la logística del buceo en jaulas.

Al llegar a la isla, por la noche instalamos cinco jaulas: cuatro a 2 metros de profundidad y la quinta a 15 metros. Tienen la capacidad de alojar a 14 buzos a la vez.

¡Llegó el gran momento!

Al siguiente día, a las 6:30 horas se abrieron las jaulas. Ya no aguantábamos las ganas de estar en contacto con los tiburones. Después de esperar un poco, unos 30 minutos, apareció la primera silueta al acecho de la carnada. Nuestra emoción era indescriptible. De pronto, ya eran tres tiburones dando vueltas, ¿quién sería el primero en comer la apetitosa cola de atún que colgaba de una pequeña cuerda? El más poderoso emergió de las  profundidades con la mirada fija en la presa y al llegar hasta ella, abrió su enorme mandíbula y en menos de dos segundos devoró la carnada.  Al ver esto quedamos asombrados, no podíamos creer que no mostrara el menor interés hacia nosotros.

Así fueron los dos días siguientes en los que tuvimos la oportunidad de ver más de 15 diferentes ejemplares. También observamos cientos de delfines nariz de botella que nadaban al frente de la proa de una lancha inflable, mientras dábamos un tour alterno para ver los elefantes marinos y lobos finos de Guadalupe

Trato vip a bordo

Por si fuera poco, nuestra estadía en el barco fue de primera clase, disponíamos de un jacuzzi para calentarnos del agua fría entre los buceos; bebidas, botanas y excelente comida como cangrejo de Alaska, salmón, pastas, frutas, postres y los mejores vinos de la región del Valle de Guadalupe.

Durante la expedición, platicamos con el maestro en ciencias Mauricio Hoyos, quien nos habló de sus investigaciones. Nos dijo que la presencia del gran tiburón blanco en aguas mexicanas era considerada hasta hace algunos años como rara o esporádica. Sin embargo, existen algunos registros de avistamientos en el Golfo de California, así como en las islas de Cedros, San Benito y la propia Guadalupe, ésta última considerada como uno de los lugares de congregación más importantes del Pacífico y del mundo

Imponente por donde se le vea

El tiburón blanco (Carcharodon carcharias) se caracteriza por su impresionante tamaño. Llega a medir de 4 a 7 metros y puede pesar hasta 2 toneladas. Su nariz es cónica, corta y gruesa, donde se ubican unos puntos negros denominados “ampollas de lorenzini”, capaces de percibir el más mínimo campo eléctrico a varios metros de distancia. Su boca es muy grande y parece estar sonriendo permanentemente  al mostrar sus grandes y triangulares dientes. Los orificios nasales son muy estrechos, mientras que los ojos son pequeños, circulares y completamente negros. En los costados se ubican cinco branquias de cada lado junto a dos grandes aletas pectorales. Detrás tiene dos pequeñas aletas pélvicas y su órgano reproductor, seguido de dos pequeñas aletas; en la cola, una poderosa aleta caudal y, por último, la inconfundible aleta dorsal que todos conocemos y que lo caracteriza

A pesar de su nombre, este tiburón es blanco sólo en la parte del vientre, mientras que en el dorso su cuerpo tiene una tonalidad gris azulada. Estos colores  le sirven para confundirse con la luz solar (en caso de mirarse desde abajo), o con las oscuras aguas marinas (en caso de hacerlo desde arriba), constituyendo un camuflaje tan simple como efectivo.

¿Cuándo y por qué aparecen?

Visitan la isla únicamente entre los meses de julio y enero. No obstante, algunos regresan año tras año y cuando migran se dirigen a un área específica en medio del Pacífico, y a sitios tan alejados como las islas de Hawai.  Aunque está bien documentado, se desconocen los patrones de movimiento en las inmediaciones de la isla.

Recientemente, los estudios de telemetría acústica se han convertido en una herramienta esencial para describir los movimientos y el uso de hábitat de los tiburones en diferentes partes del mundo, y es por esto que el Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas, con el maestro en ciencias Mauricio Hoyos a la cabeza, ha desarrollado un proyecto enfocado a estudiar el comportamiento de esta especie con ayuda de esta herramienta. Así se han podido determinar sitios importantes de distribución en los alrededores de Isla Guadalupe, y se han encontrado diferencias marcadas tanto en el comportamiento diurno y nocturno de los individuos, así como entre los patrones de movimientos de los ejemplares juveniles y los adultos.

Aunado a lo anterior, se han tomado biopsias de los tiburones blancos de la isla para realizar estudios genéticos de la población, y también de sus presas potenciales para dilucidar, mediante análisis de isótopos estables, si se están alimentando preferencialmente de alguna de estas especies en particular.

La isla alberga al lobo fino de Guadalupe y el elefante marino, que son parte significativa en la dieta del gran tiburón blanco. Gracias a la cantidad de grasa que contienen se presume que son las principales razones por las que el imponente depredador visita con frecuencia nuestros mares.

A pesar de ser una de las cuatro especies de escualos protegidas en aguas mexicanas, el problema más significativo para desarrollar medidas definitivas a favor del tiburón blanco es la carencia de datos biológicos. El objetivo principal del proyecto es continuar con esta investigación para proveer información esencial que ayude, en un futuro cercano, a desarrollar un plan de manejo y conservación específico para esta especie en México.

Fuente: México Desconocido

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