Como México no hay dos…y como no todo lo espectacular tiene que ver forzosamente con playas o lugares turísticamente concurridos, el día de hoy lo invitamos a maravillarse con uno de los escenarios naturales más imponentes de México: Las Barrancas del Cobre, y qué mejor que hacerlo a bordo de uno de los medios de transporte más antiguos de la historia, que es el tren, y el más famoso del país que es el “Chepe”, para recorrer y descubrir la Sierra Tarahumara.
Barrancas del Cobre
Para muchos, este lugar es considerado como “lo más bello que han visto en la vida”, para otros no lo será, lo cierto es que las Barrancas del Cobre son el sistema barranqueño más grande del mundo, compuesta por una enorme red de cañones que conforman la parte más escabrosa de la Sierra Tarahumara.
Urique, Sinforosa, Batopilas, Candameña, la del río Mayo, Huápoca, Chínipas, Septentrión y la de Oteros, son tan solo algunas de las barrancas más importantes que se encuentran en este lugar y también las más profundas.
Su nombre se debe a la Barranca del Cobre, una brida de la Barranca de Urique que cuenta con cerca de mil 300 metros de hondura y que se hizo notoria por sus minas de cobre.
Cabe señalar que este universo de cañadas esconde una de las más importantes biodiversidades del mundo, ya que dentro de su vegetación destacan los bosques de pino y encino en la parte más alta, mientras que en las zonas más hondas (donde el clima es semi tropical y húmedo) se integran de plantas como los mangos, las naranjas y zapotes, entre muchas otras.
Una de las principales características de este sitio, es que en él actualmente habitan grupos indígenas que se encuentran establecidos desde finales del Siglo XVI, de los cuales ya solo sobreviven cuatro tipos: tarahumaras, tepehuanes, pimas y uarojíos.
Barrancas, cavernas, lagos, aguas termales, formaciones de piedra y cascadas, entre ellas las dos más grandes de México en la barranca de Candameña: Piedra Volada y Basaseachi, son parte de los muchos asombros que divisará durante su recorrido por la sierra.
El famoso “Chepe”
El Chihuahua Pacífico, mejor conocido como el Chepe (debido a sus iniciales CH-P), es el nombre del tren que atraviesa por las Barrancas del Cobre sobre la parte más alta de la Sierra Tarahumara en el sur del estado de Chihuahua.
Durante su trayecto de Los Mochis a Chihuahua, y viceversa, el Chepe para en ocho estaciones turísticas: Los Mochis, El Fuerte, Bauichivo/Cerocahui, Barrancas, Divisadero, Creel, Cuauhtémoc y Chihuahua, trayecto que diariamente cruza sobre el complejo geológico más importante de México.
Con casi 50 años de existencia su recorrido cuenta con una duración de 16 horas, que aunque parecieran una eternidad a comparación de otros medios de transporte, la experiencia bien vale la pena, ya que es el pretexto ideal para apreciar los paisajes más increíbles de nuestro país desde un privilegiado mirador.
El tiempo estimado de llegada a la ciudad de Chihuahua es a las 10 de la noche, pero es posible hacer hasta cuatro paradas en alguna de las 7 estaciones turísticas y pasar la noche en alguno de los hoteles de la zona para incorporarse al recorrido al día siguiente, el cual puede tener una duración total de 16 horas (como lo habíamos comentado) o hasta una semana completa, dependiendo del gusto del pasajero.
El recorrido
La aventura comienza cuando el tren se interna entre plantaciones de maíz y vegetación tropical, propias del Pacífico mexicano. Tiempo después se detiene en El Fuerte, un pueblo colonial que fue importante centro minero en el siglo pasado, riqueza que se ve reflejada en las mansiones que hoy en día se ven convertidas en hoteles boutique y una gran catedral.
El tren solo se detiene por pocos minutos, suficientes para adentrarse en la atmósfera de este sitio donde los artesanos muestran su mercancía a los turistas y las señoras ofrecen comida en sus puestos. Cuenta con actividades como paseo en balsa por el río El Fuerte, así como la pesca.
Aquí se hace un paréntesis para recomendar las famosas hamburguesas que se elaboran en el vagón restaurante del Chepe, con carne 100% chihuahuense, que según las malas lenguas dicen estar muy ricas.
El traslado entre Bauchivo y Témoris es considerado la parte más importante del recorrido ya que cuenta con cañones, barrancos, cascadas, 86 túneles, infinidad de puentes y al pasar por Témoris se aprecian los tres niveles de vía, y uno de los puentes más espectaculares por su belleza natural.
A la llegada a la estación Bauchivo, la principal atracción será Cerocahui (a 45 minutos de la estación) un pueblo apacible con hoteles y una misión jesuita donde podrá hospedarse y conocer sus cascadas y hermosos valles. Aquí se encuentra un internado tarahumara, el punto de partida para visitar el Cañón Urique (el más grande de la ruta). Asimismo podrá llegar hasta el poblado de Urique o al punto turístico del Cerro Gallego.
A hora y media de este sitio se llega al Divisadero, sitio donde el tren se detiene por 15 minutos para poder admirar las barrancas desde su famoso mirador. Este sitio es uno de los mejores lugares para hospedarse ya que cuenta con numerosos hoteles justo a la orilla de los cañones, donde además encontrará lagos, cascadas, veredas y atractivos naturales que pueden recorrerse. Por otra parte podrá encontrar artesanías y comida regional.
La siguiente parada es Creel, la población más grande de la Sierra Tarahumara es un paisaje con llanos y valles que parecen no tener fin. Cuenta con tiendas de artesanías, museos y sobre todo se ve de cerca la cultura Tarahumara.
Finalmente y antes de anunciar su llegada, por la venta se verán las granjas menonitas de la ciudad de Cuauhtémoc, pequeños poblados descendientes de alemanes y granjeros con tradiciones religiosas muy fuertes. Ésta es la principal región del país productora de manzana y es famosa por sus quesos y cremas.
El viaje concluye en la capital del estado más grande de la República Mexicana, Chihuahua, ciudad colonial con un gran desarrollo industrial y de maquiladoras. Actualmente es una ciudad moderna con áreas comerciales y residenciales.
Dentro de sus atractivos culturales no puede dejar de conocer el Museo de Pancho Villa, la Catedral, Museo de Arte Sacro, La Quinta Gameros, El Palacio de Gobierno.
Es así como terminamos esta pequeña guía por el Chepe, un recorrido que no puede dejar de conocer.
